La fascinante ciudad Mediterránea que el poeta alemán Goethe definió como “un pedazo de paraíso en la tierra”

Los templos de Agrigento, el encanto de Palermo o las playas de aguas turquesas a lo largo de toda su costa son solo algunos de los atractivos que podemos encontrar en Sicilia. Y aunque sabemos que cualquier lugar que elijas de la isla para tus próximas vacaciones fuera de España no te va a defraudar, queremos recomendarte una ciudad que es uno de los lugares más espectaculares que puedas imaginar. Con un patrimonio histórico y cultural legado por civilizaciones pasadas, la mítica Taormina resulta una de las joyas más impresionantes, no solo de Sicilia, sino de toda Italia.
Taormina, la ciudad más elegante de Sicilia
Nada más pisar la parte vieja de la ciudad y sus callejones medievales sentirás un auténtico flechazo, como les pasó a famosos escritores como Goethe o Guy de Maupassant. Situado sobre un acantilado, durante el recorrido por el casco antiguo irás encontrando callejones pintorescos, cafés tradicionales y un ambiente bastante animado. Y más si viajas en verano cuando se celebran festivales y conciertos en su famoso teatro. Además, desde la terraza natural en la que se asienta el casco histórico podrás apreciar la belleza de algunos de los lugares más destacados, como la Catedral de San Nicolás, la Chiesa Madonna della Rocca o la Piazza IX Aprile, donde encontrarás una popular terraza panorámica con vistas a la bahía.

En la plaza del Duomo se encuentra la catedral de Taormina, construida en el siglo XIII en el lugar que ocupaba una capilla dedicada a San Nicolás. Y si su apariencia es bastante sobria tanto por dentro como por fuera, todo lo contrario ocurre con la fuente barroca que se encuentra en el centro de la plaza. Conocida como las "Quattro Fontane", esta fuente es uno de los principales iconos de la ciudad. Data del siglo XVI y llama la atención por su detallada y exuberante decoración con figuras mitológicas. Estás a dos pasos de una de las calles más populares y comerciales de Taormina, el Corso Umberto. Entre las numerosas tiendas y heladerías podrás ver también imponentes fachadas de residencias nobles, como el Palacio de Corvaja.
El teatro grecorromano con vistas al Etna
Fue construido por los griegos en el siglo III a.C y luego ampliado por los romanos, y es uno de los monumentos más visitados de Sicilia. Cavado en la roca y con forma de concha frente al mar, su magnífica acústica lo convierte en el mejor escenario para una rica programación de óperas y conciertos. No solo impresiona su elegante pared escénica, con columnas y capiteles, su ubicación en la parte alta de la ciudad permite disfrutar una increíble panorámica del monte Etna y de la bahía de Naxos. El teatro, con 109 metros de diámetro puede albergar hasta 4.000 espectadores.

Y no te puedes ir de esta perla del Mediterráneo sin descubrir las calas de Isola Bella, un pequeño islote protegido y sin habitantes que podrás explorar sobre todo cuando la marea está baja y se convierte en una península. Para llegar hasta esta playa de guijarros y arena, donde se puede nadar en aguas cristalinas, tienes que bajar unas escaleras en un trayecto que durará menos de media hora. Y si lo tuyo no es andar, también hay un funicular que une el centro histórico con el barrio costero de Mazzarò.
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